Una gran aventura vivida por los componentes, más de sesenta personas con sus treinta todo terrenos. La gran mayoría no eran nuevos y conocían ese maravilloso país que nos tiene enganchados, Marruecos.
15/03/08 Primera etapa: Tánger – Fez:
Reunidos en el caótico puerto de Tarifa con los demás grupos de Territori 4×4, más de ochenta coches (casi un barco completo), donde empezamos a canecernos y a sentir el olor de la aventura que estábamos a punto de iniciar.
Tras cuarenta minutos de navegación por el estrecho, que ni nos dieron tiempo a observar delfines, llegamos a Marruecos. El paso de la frontera por Tánger se hizo muy largo, habían llegado varios barcos y los funcionarios no podían ir más rápido, bien es cierto que estuvieron muy amables y dispuestos a colaborar.
Ya en pequeños grupos y por autopista de peaje y con rotondas, se llegó al hotel de Fez para cenar y descansar. El grupo, en su mayoría decidió descansar, el recorrido de mañana sería exigente.
16/03/08 Segunda etapa: Fez – Merzouga (Erg Chebbi):
Bien temprano, y después de hacer nuestro primer desayuno marroquí, salimos con dirección a uno de los lugares más hermosos del Sahara: Erg Chebi. A lo largo del día, los grupos se fueron distanciando. A pocos kilómetros de Fez, comenzamos a saborear el paisaje africanos de Marruecos, con sus grandes extensiones, cedros gigantes y con un colorido sin igual. Poco más adelante la caravana se agrupa, y estuvimos viendo y sobre todo, haciendo fotos, a los monos que se encuentran por docenas en aquel enclave.
Continuamos rumbo sur por las bonitas y fotogénicas carreteras de Marruecos, y cada grupo elige un lugar para hacer un pic nic y más tarde continuar hacia las dunas.
Antes de llegar a Erfoud, tomamos un té a la menta en una de las grandes haimas que hay en el mirador del río Ziz, ya pronto llegaríamos a la ansiada arena.
Una vez atravesado Erfoud, y haciendo un cambio de rumbo hacia el Este, tomamos la carretera, que luego se transforma en pista para dirigirnos al macizo de dunas. Al llegar a los primeros pasos arenosos, y visto que era necesario, deshinchamos los neumáticos, fue un rato entretenido y divertido. Más adelante, alcanzamos al grupo de Marroc i Sahara que estaban enganchados en un lugar donde las pequeñas dunas hicieron de las suyas, hasta un vehículo de la organización, se quedó bien “plantado” (nadie es perfecto) y fue necesaria la colaboración de algunos intrépidos “palistas” para desenterrar el coche.
Al llegar la noche damos un rodeo que duró un ratito, y como en el desierto manda la arena, llegamos a nuestra kasbah donde nuestros viejos y sobre todo, muy buenos amigos, nos prepararon una excelente cena, que nos hizo sentir como en casa. Alí y Hassan, son unos fantásticos anfitriones, más tarde, música en vivo con la “banda de la zona” y copas hasta el “cierre del local”.
17/03/08 Tercera Etapa Merzouga – Merzouga
Por fin, con la luz del alba, el Sol nos revela e ilumina el espectacular paisaje donde hemos pasado la noche, un cordón de dunas rojas que embelesan a los amantes de la fotografía y sobre todo a los aventureros ávidos de pisar con sus todoterrenos la adrenalínica y siempre respetable arena. La expedición se divide en grupos diferenciados y cada cual hizo de las suyas, los menos expertos hicieron un stage por el río de arena y algunas dunas, el resto, al oasis escondido y ha intentar subir la duna más alta del macizo, que en esta ocasión no nos permitió escalar a los más alto, en otra ocasión será.
Al mediodía, comimos, de nuevo en la kasbah, para luego salir y conquistar el oasis escondido, al atardecer. Algunos llegaron pronto y tomaron un té a la menta en un lugar de singular belleza. Los niños, no pocos, subieron la gran duna a pié, para luego dejarse caer rodando. No lo pasaron mal, precisamente.
Al final de la tarde hicimos el río de arena que bordea el macizo de dunas de Erg Chebbi para llegar a la Kasbah, donde repetimos la actividad de la noche anterior, cena, música, copas y a la cama. Al día siguiente nos esperaba una jornada tormentosa, y nunca mejor dicho.
18/03/08 Cuarta Etapa Merzouga – Zagora – Mhamid (la pista prohibida)
Muy temprano y tras desayunar, comenzamos el recorrido. Poco más adelante las dificultades del camino y los diferentes ritmos de conducción y navegación, hicieron que los grupos fueran distanciándose y así, pudieran ir bien cómodos, al menos hasta las primeras enganchadas en los ríos de arena.
La tormenta de arena, que nos acompañaría todo el día, comenzó a ser molesta a media mañana, impidiendo hacer fotos a los magníficos paisajes, bien es cierto que viajar a través de una tormenta de arena tiene un encanto especial, las vistas se vuelven misteriosas y con un encanto, que en nuestro país no podemos vivir. No obstante hemos de ir con mucha precaución.
Los grupos de distancian entre sí, y a la hora de la comida cuesta parar en algún lugar al abrigo, pues el viento es muy fuerte, algunos afortunados pudieron detenerse en un pequeño albergue y comer protegidos de las inclemencias del tiempo.
Durante toda la tarde, la tormenta no amainó y salvo en algunos puntos en concreto, no nos dejó hasta el anochecer. Poco antes llegamos a Zagora, donde una parte de los 4×4 pudieron ser revisados por las expertas manos de Mohamed el gordito. El resto hicieron unos noventa kilómetros más, para llegar a M´hmid, pueblo muy cercano al desierto. Cenamos en la Kasbah de M’Hmid y descansamos, la etapa del día fue dura, pero los aventureros estaban fuertes y la mecánica nos había respetado.
19/03/08 Quinta Etapa Zagora – Mhamid – Lago Iriki
Una vez desayunados, partimos dirección el Lago Iriki. Otra tormenta, esta vez más fuerte hizo que la navegación fuese difícil y complicada, además de que la arena de los pasos estaba muy complicada y, prácticamente, todos los grupos tuvieron que trabajar en equipo para poder continuar.
Dos de los grupos llegaron con cierta antelación a la entrada del macizo de dunas de Erg Chegaga y se internaron para cruzar por las impresionantes laderas y montañas de arena, que estaban especialmente duras y navegables. Eso sí, la tormenta no nos dejaba.
El tercer grupo llegó algo más tarde a la entrada de las dunas, y con buen criterio por parte de Ramón Castelltort y de Josep Ripoll, miembros de la organización, decidieron no internarse en las dunas y continuar por pistas alternativas, eso sí, el Lago Iriki los pasaron muy veloces, según explicaron por la noche. Este acontecimiento hizo que llegaran al punto de encuentro para la acampada, ya entrada la noche, cuestión que no impidió que la cena y posterior charla, con un gran fuego incluido, fuesen verdaderamente divertidas, a pesar del cansancio y la desilusión de no hacer las dunas previstas.
En esta ocasión, la tormenta amainó, lo que nos facilitó el descanso, pues dormir en las tiendas de campaña con una tormenta de arena no hubiera sido lo más confortable.
20/03/08 Sexta Etapa Lago Iriki – Kerdous
Tras desayunar, desmontamos el campamento, menos mal que no encontramos tormentas de arena…
Nos esperaba un día de navegación por pistas muy divertidas con algunos tramos muy rápidos, incluso vadeos muy técnicos.
A medio día llegamos a Tata, donde repostamos los vehículos y las personas, improvisando un pic nic, muy numeroso, a las afueras del pueblo, por cierto es un lugar de una especial belleza, todo el pueblo está lleno de columnas y soportales con multitud de azulejos, vale la pena un paseo por allí.
El objetivo de la etapa era llegar con la luz suficiente para disfrutar del paso por el Cañón Escondido del Anti Atlas, lugar espectacular con unas vistas espectaculares e impresionantes por los desniveles que se han generado a lo largo de los años.
Después de horas atravesando el oasis del cañón nos detuvimos a tomar un té a la menta en uno de los albergues que encontramos.
Salimos con los últimos rayos de sol del cañón, de hecho, los kilómetros finales se hicieron con los faros encendidos, pero en una carretera asfaltada.
Llegamos a un singular hotel de alta montaña en Kerdous, donde nos prepararon una típica cena marroquí para luego hacer una entretenida sobremesa en el bar del hotel, que algunos prolongaron hasta el final…
20/03/08 Séptima Etapa Kerdous – Safi
Una vez desayunados, salimos por carretera de montaña, dirección a la costa Atlántica.
A media mañana encontramos la ciudad de Agadir, lugar emblemático del turismo europeo de playa, y sobre todo, para los aficionados al surf y sus variantes…
Pero uno de los objetivos del día era la visita de la ciudad centenaria de Essauira. Es un enclave que tiene un magnetismo especial, sus barcos de pesca, su puerto, las murallas, los cañones, el zoco, etc.
Cada cual comió a su aire, la mayoría en los restaurantes típicos de la zona, donde se disfrutó de unos magníficos pescados frescos y mariscos de la zona, eso sí, no había vino blanco, pero de todas formas, los menús estuvieron magníficos.
Aproximadamente a las 18 horas, los grupos salen de Essauira para encontrarse en el hotel de Safi, para acomodarse y descansar, después de cenar.
21/03/08 Octava Etapa Safi – Tánger
Después del desayuno, cada grupo a su ritmo iría por carreteras y autopistas hasta dirigirnos al hotel de Tánger, donde pasaríamos la última noche en Marruecos (de este viaje J).
Algunos componentes de la expedición decidieron dejar la carretera y despedirse de Marruecos haciendo una bellísima pista paralela a la costa, para llegar al final a una playa, donde ya dijeron adiós a las pistas de Marruecos.
Por gentileza de Territori 4×4 cada grupo se organizó para comer en algún lugar típico, algunos pescado, otros cordero y pinchos, hicimos la comida de “hermandad” para despedir el viaje.
Por la tarde y antes de llegar al hotel, repostamos los depósitos, ya que en Marruecos el combustible es más barato que en España.
La tarde noche nos depararía una búsqueda del hotel algo entretenida, pues el way point propuesto estaba a una distancia de 350 metros. La emisora echaba chispas pues la caravana de treinta coches es difícil de mantenerla unida en una ciudad, pero al final, todos llegamos y cenamos en el hotel para luego descansar.
22/03/08 Novena Etapa Tánger – Tarifa
Incluso saliendo de noche del hotel, ya había cola en el embarque, en esta ocasión la policía no quiso que pasáramos en control de pasaportes agrupado y tuvimos que hacer el trámite coche por coche. Tardamos más de dos horas de cola para poder meter los coches en el barco (salvo cinco que lo hicieron en el siguiente barco). La travesía, corta, afortunadamente finalizó en el puerto de Tarifa, donde el viaje se dio por terminado.
Agradecimientos:
No queremos pasar por alto la ocasión para poder agradecer a los miembros de la organización, Jordi Torres, Ramón Castelltort y su hijo Nil y a Josep Ripoll, todo su esfuerzo ya que sin ellos no podríamos haber realizado este magnífico viaje.
También queremos resaltar las altas dosis de buen humor, paciencia, compañerismo y sobre todo, ganas de divertirse, que este grupo a proporcionado a todos.